domingo, 25 de julio de 2021

La I de intersexual empuja la puerta del armario

Diversidad

Las personas intersex se organizan ante una sociedad que invisibiliza a un colectivo por no encajar en el sistema binario de sexo

Laura Vila y Mer Gómez piden que se deje de patologizar lo que son variaciones naturales del cuerpo



La I del colectivo LGTBI es la más desconocida, la más olvidada y la más invisible. Para salir de este pesado armario, las personas intersex han empezado a levantar la mano para hacer oír sus reivindicaciones, combatir estigmas y vindicar derechos. Las personas intersex nacen con caracteres sexuales que no se corresponden con el concepto binario de cuerpo femenino y cuerpo masculino. Reclaman que se acepte esta diversidad natural, y subrayan que el problema llega por los diagnósticos. Diagnósticos, explican Laura Vila y Mer Gómez, que se empeñan en patologizar una realidad sana.

Laura Vila y Mer Gómez, del colectivo I de Intersex, dieron el lunes una conferencia taller en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) abriendo la Semana de la Igualdad y con el título "LGTBI, la I existe". De acuerdo con la definición de Naciones Unidas, las personas intersex nacen con características sexuales (genitales, gónadas, cromosomas) que no se corresponden a la división binaria hombre-mujer y el término se utiliza para describir "una amplia gama de variaciones naturales del cuerpo. En algunos casos, los rasgos intersex son visibles al nacer, mientras que en otros no se manifiestan hasta la pubertad. Algunas variaciones cromosómicas pueden ser totalmente invisibles". Y se recuerda que nada tiene que ver con la identidad de género y la orientación sexual de cada uno.

Laura Vila y Mer Gómez lanzaron una serie de preguntas para ir deshaciendo estigmas, estereotipos y prejuicios. Y aunque no haya estadísticas oficiales –muchas personas ni saben que son intersexuales, comentan–, algunos datos apuntan que un 1,7% de la población es intersexual. El triple que las personas trans, recalcaron. Laura supo que era intersexual cuando durante la adolescencia no menstruó. Sus cromosomas son XY y lo que lamenta es que cuando le dieron el "diagnóstico" lo que se ponía en duda no era su cuerpo "si no como si valiese menos como mujer".

Hablar de intersexualidad es hacerlo así de un gran campo de variaciones corporales naturales y lo que defienden las personas intersexuales en esta paso al frente para vindicar sus derechos es el respeto a la diversidad. En este sentido, las dos activistas subrayaron la importancia de acabar con las cirugías, con las mutilaciones genitales cuando nace un bebé, o cuando se realizan a personas menores sin su consentimiento. En muchos hospitales, señalaron, ya no se hace, pero también hay que reflexionar al respecto en la vida adulta porque es necesario "entender los cuerpos de una forma más diversa".

A las personas intersexuales se les recomienda muchas veces el silencio. Es "mejor no lo digas" para evitar problemas en la sociedad. Y es este silencio el que quieren derribar y "hacer un activismo visible". Sacar la I del desconocimiento.

Entre las cuestiones lanzadas esta semana por las dos activistas preguntaron a las asistentes si creían que las personas intersexuales son un tercer sexo. "No, no lo somos –explicó Laura Vila–. Sería decir que sólo se puede ser macho o hembra, y no hay nadie 100% hombre o mujer. Hay un círculo con una gran variedad de hormonas".

Reclaman una ley estatal que proteja a las personas intersex y señalan que en la mayoría de leyes autonómicas sobre los derechos de las personas LGTBI no se les consultó. Actualmente, sí que están empezando a tener voz, en la ley que se tramita en el País Vasco, y en el proyecto elaborado por el Ministerio de Igualdad.

Reclaman que los bebés que nacen con un intersexualidad visible no tengan que ser inscritos en un plazo de pocos días como hombre o mujer. Señalan la necesidad de cambiar las normas deportivas, y las que excluyen del acceso al Ejército y a la Guardia Civil. Normas, dicen, que lo que muestran es esta patologización de las personas intersexuales.

Es necesario así un activismo que empieza a asomar y Laura Vila, que es actriz, prepara una obra que se estrenará en septiembre: Her­mafroditas a caballo o la rebelión del deseo . Un título provocador. "Las personas intersex no somos hermafroditas, no nos podemos autoreproducir –explican–, es un concepto que se ha utilizado para meter a todo el mundo que no encaja". Hay muchas cosas por renombrar y también por empezar a explicar con naturalidad.

(Cristina Sen, La Vanguardia, 17/05/21)

No hay comentarios:

Publicar un comentario