domingo, 11 de julio de 2021

Frank Kameny: "Exigimos el fin de la terapia bárbara e inhumana de los homosexuales mediante el electroshock, la terapia involuntaria y el encarcelamiento. Exigimos que se trate a la sociedad opresora, en lugar de a nosotros, los homosexuales oprimidos"

Frank Kameny, el cartógrafo que 'curó' la homosexualidad

Grandes discursos del siglo XX

Su expulsión del Ejército de Estados Unidos por su orientación sexual llevó a este veterano de guerra y doctor de Astronomía a convertirse en uno de los primeros activistas en la lucha por los derechos sociales de gays y lesbianas

"Ya no tenemos la intención de quedarnos de brazos cruzados mientras se violan nuestros derechos, nuestras vidas y hasta nuestros cuerpos"

"Exigimos el fin de la terapia bárbara e inhumana de los homosexuales mediante el electroshock, la terapia involuntaria y el encarcelamiento"

"Exigimos que se trate a la sociedad opresora, en lugar de a nosotros, los homosexuales oprimidos"



(Frank Kameny portando el lema que él mismo creó: "Ser gay es bueno")

- El contexto.

Trastorno sociopático de la personalidad. Así es cómo consideró la Asociación Estadounidense de Psiquiatría a la homosexualidad hasta 1973. No se trataba de una simple cuestión médica con todos los tratamientos –convencionales y experimentales– que comportaba, sino del principal argumento que esgrimían los reglamentos de organismos públicos y privados para apartar, sancionar o marginar a sus integrantes o trabajadores reconocidos como homosexuales. Era, además, la última justificación para sostener una serie de códigos penales estatales con leyes contra la sodomía. Todo ello unido a una fuerte estigmatización social.

De ahí que tras chocar primero contra el Ejército, que decretó en 1957 su expulsión del Servicio de Cartografía por su declarada "desviación sexual" y atendiendo "el riesgo" que eso suponía para el cuerpo, y después contra la Justicia, que falló contra el primer caso de reclamación de derechos civiles por orientación sexual, a Frank Kameny no le quedó otro camino que el activismo para tratar de cambiar las leyes.

Fue así cómo decidió fundar en 1961 junto a Jack Nichols una delegación en Washington de la Sociedad Mattachine, pionera en la defensa de los derechos sociales de los homosexuales en el país, y llevar a la capital federal con una gran fuerza mediática las incipientes movilizaciones por la igualdad que se realizaban en diversas ciudades. Especialmente llamativa fue la concentración de gays y lesbianas ante la Casa Blanca el 17 de abril de 1965 reclamando la igualdad.

Suyo es el lema "ser gay es bueno", una adaptación de "lo negro es hermoso" de Stokely Carmichael, impulsor del movimiento de derechos civiles Black Power. En un momento de intensa lucha por la igualdad racial, uno de los temores de Kameny era que la lucha por la igualdad de la orientación sexual quedase solapada.

Eso fue en definitiva lo que acabó madurando un activismo que en 1970 fue capaz de dar una respuesta organizada a los disturbios de Stonewall a raíz de una redada policial a un bar frecuentado por gays, lesbianas y transexuales en Nueva York organizando lo que se conoce como la primera manifestación del Orgullo.

En paralelo, este veterano de guerra y doctor en Astronomía por la Universidad de Harvard fue pionero en iniciar una lucha para derogar las leyes contra la sodomía en el distrito de Columbia, que hasta iniciada la década de los 60 estaban vigentes en todos los estados y contemplaban una pena de dos a diez años de prisión, además de cuantiosas multas. Una larga lucha que no concluyó hasta que el Tribunal Supremo anuló las leyes de sodomía aún vigentes en 14 estados ya en el año 2003.

Pero Kameny dio especialmente de que hablar cuando llevó su batalla a los terrenos de la política y la psiquiatría. En 1971 se convirtió en el primer candidato declaradamente homosexual al Congreso al presentarse como delegado con un programa a favor de la igualdad sexual. Aunque no consiguió el cargo, su campaña sirvió para organizar la Alianza de Gays y Lesbianas de Washington DC, hoy en día uno de los principales lobbies del movimiento.

Ese mismo año se dirigió a la poderosa Sociedad Estadounidense de Psiquiatría con un duro discurso, que reproducimos íntegro, en el que exigía que la homosexualidad dejase de ser considerada una patología mental y denunciaba el allanamiento de derechos de los homosexuales. Fue sólo un primer asalto a esta prestigiosa institución, que un año después aceptó que se celebrase en su convención de Dallas el debate "La psiquiatría: ¿amiga o enemiga del homosexual?".

Kameny no daba puntada sin hilo y convenció a John Fryer, profesor de la Universidad del Temple de Filadelfia, de que compareciese en su condición de psiquiatra y homosexual. Fryer se presentó en el evento con una peculiar máscara y un micrófono que distorsionaba su voz para no revelar su identidad, Henry Anonymous en el congreso. Un año después, la Asociación dejaba de considerar la homosexualidad como una patología mental. "Fue el día en el que los psiquiatras nos curaron en masa", señaló el propio Kameny rememorando un histórico 15 de diciembre de 1973.

- El discurso.

"Nosotros, como homosexuales, exigimos nuestro derecho a vivir y a amar como elijamos. Ya no tenemos la intención de quedarnos de brazos cruzados mientras se violan nuestros derechos, nuestras vidas y hasta nuestros cuerpos. Por eso estamos aquí, para cuestionar su autoridad para llamarnos enfermos o con trastornos mentales.

"Sí, estamos enfermos... nos pone enfermos su manipulación y explotación hacia nosotros. Estamos aquí ante ustedes para hacerles ver que somos seres humanos iguales a ustedes y no sus conejillos de indias.

"Nuestros derechos son violados y exigimos un cambio.

"Exigimos que los psiquiatras nos acepten como homosexuales y no intenten convertirnos a la heterosexualidad como cura. Este tipo de tratamiento persigue e inculca la culpa y el sentimiento de que no nos adecuamos como seres humanos, cuando somos personas normales, adaptadas, felices.

"Exigimos que los psiquiatras militares no violen la confianza depositada en ellos por el personal ministerial.

"Exigimos la liberación inmediata de todos los asilos y cárceles de los miles de homosexuales que están siendo ilícitamente atendidos y perseguidos por homosexuales.

"Exigimos que en caso de que un homosexual deba someterse a un tratamiento psiquiátrico, sea protegido de la hostilidad de los homosexuales latentes y otros sexualmente oprimidos.

"Exigimos el fin de la terapia bárbara e inhumana de los homosexuales mediante el electroshock, la terapia involuntaria y el encarcelamiento.

"Exigimos que los psiquiatras no exploten a los homosexuales en las sesiones de terapia y que se cobren precios tan exorbitantes por estas sesiones.

"Exigimos que la homosexualidad sea eliminada definitivamente de la lista de enfermedades psiquiátricas.

"Exigimos que no se debata sobre los homosexuales en este tipo de convenciones a menos que los homosexuales formen parte de todos los paneles.

"Pueden pensar que estas demandas, de las cuales sólo se enumeran unas pocas, son demasiado radicales, pero a quienes nos pisotean es a nosotros, no a ustedes, y exigimos un cambio.

"Rechazamos a los psiquiatras y la psiquiatría como nuestros portavoces o voces autorizadas sobre nuestro comportamiento y problemas.

"Exigimos que se trate a la sociedad opresora, en lugar hacerlo a nosotros, los homosexuales oprimidos.

"En conclusión: deseo agradecerles su tiempo, señoras, señores y distinguidos oradores."



(Primera concentración por la igualdad de derechos civiles para los homosexuales ante la Casa Blanca)



(John Fryer, 'Henry Anonymous', durante la convención de la Sociedad Estadounidense de Psiquiatría de 1972 en Dallas)



(Frank Kameny recibe el reconocimiento del presidente Barack Obama en el despacho Oval)

(Ramón Álvarez, Historia y Vida, La Vanguardia, 09/07/21)

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