La nueva legislación argentina contempla que las personas no binarias se declaren con el género "X" en el DNI. El hijo del presidente, Alberto Fernández, ha anunciado que así lo hará y que pasará a llamarse Tani
Subido a la ola de una legislación progresista, el gobierno argentino presidido por el peronista Alberto Fernández (62) presentó el pasado miércoles en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada su última medida: un decreto que permite que las personas indeterminadas, no binarias, indefinidas, no especificada, en definitiva, "cualquier acepción que puediera identificarse con la persona que no se sienta comprendida en el binomio masculino/femenino" pueda cambiar su género a una "X". Una nomenclatura no binaria para el primer país latinoamericano que asume una legislación ya vigente en países como Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
Si el debate sobre el nuevo decreto no estuvo exento de polémica en el país albiceleste, tampoco el acto: la primera persona con identificación X a la que Fernández entregó su nuevo DNI lo hizo con una camiseta en la que se leía: "No somos X", gesto apluadido por el propio Alberto Fernández en un giro de los acontecimientos. "La X es una convención internacional que nos permite ampliar derechos para reconocer una categoría no binaria. No deberíamos renegar de esto", argumentó el presidente argentino.
Conocedor del caso, Fernández convive con él en su casa. Su hijo Dyhzy (26) -como se le conoce en las redes sociales- se reconoce como no binario y anunció a través de Instagram que se acogerá a la nueva ley para que figure esa X en su carnet de identidad.
Con 438.000 seguidores en Instagram, el hijo de Alberto Fernández es un auténtico 'trendsetter' y activista de la libertad de género en la Argentina, además de DJ de profesión. Lejos de avergonzarse, de mostrar algún reparo o deslizar algún gesto de incomodidad, la actitud del presidente argentino siempre ha sido de un padre orgulloso de su vástago: "Mi hijo es uno de los tipos más creativos que vi en mi vida", ha declarado en alguna ocasión, además de desgranar sus éxitos particulares como cosplay [disfrazarse de personas de ficción]: "Fue llamativo. Lo hizo muy bien, tan bien que lo empezaron a invitar a festivales en el mundo", contó el presidente en una entrevista en 'Radio con vos' curante la campaña que lo llevó a la Casa Rosada.
Y es que el Instagram de Dyhzy es una galería donde uno se lo puede encontrar disfrazado de cualquier personaje: desde un Pokémon a Lady Gaga, pasando por Spiderman, una chica de Playboy o su última 'performance' vestido con un traje de patatas fritas.
"Cuando el Estado reconoce una ley, esa ley se va naturalizando. Hoy no es raro, no llama la atención ver a una pareja homosexual casándose desde que se aprobó el matrimonio igualitario", reflexionó Dyhzy a través de sus redes sociales, junto al aviso de que "ningún retrógrado lo va a parar".
El hijo no binario del presidente renunció pronto a su nombre de nacimiento, Estanislao, ya que "nunca se sintió identificado con ese nombre". "No me gusta", zanja, y pide siempre que no lo llamen así. Por ello, en su nuevo documento de identidad aparecerá, junto a la X, el nombre de Tani, como a él se refieren aquellos que lo "quieren y respetan".
La vida personal de Alberto Fernández ha sido muy comentada por los medios argentinos. Al margen de Tani, llama la atención la relación del presidente con su perro, Dylan, por Bob, que también tiene un Instagram con 286.000 seguidores fruto de una campaña animalista que acabó con su partido convertido en "perronista". Fernández es, también, el único presidente divorciado en 90 años en Argentina.
(Ángel Ortiz, La Otra Crónica, El Mundo, 24/07/21)
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