jueves, 24 de junio de 2021

Ana Laura Aláez equipara el concepto 'queer' con lo natural en el Bellas Artes de Bilbo

La artista propone en su última videocreación un tránsito urbano a través de una figura orgullosa de su identidad

"Es un trabajo de una enorme calidad visual y sonora, una obra de madurez, con temas latentes en su trabajo" (Miriam Alzuri, Conservadora del Museo de Bellas Artes)

"Aláez es una de las grandes artistas contemporáneas, ha desarrollado una amplísima trayectoria" (Miguel Zugaza, Director del Museo de Bellas Artes)

"Hay veces en las que si te paras te vas a caer, es como tener delante un espejo de incertidumbre y crisis constante" (Ana Laura Aláez, Artista)



"Hay una trayectoria, en la que caes, te levantas y vuelves a empezar. Todo el rato así". Esta secuencia cíclica de superación es la que expresa la artista Ana Laura Aláez (Bilbao, 1964) en su videocreación Portadoras queer: el doble y la repetición en la que compone una acción única replicada por todas las protagonistas que construyen una identidad femenina plural. En la pieza de 15 minutos y 39 segundos que se expone en el Museo de Bellas Artes, la creadora revela, al son de la música electrónica, esta actitud que muestran ante la vida aquellos que han sufrido alguna afrenta. Aláez pretende que en su trabajo transluzca lo que el concepto queer significa en los procesos artísticos, algo que a su juicio significa tener "un pensamiento promiscuo" y, sobre todo, inconcluso. Porque para ella, queer es lo natural. "Lo raro es lo que la sociedad considera como natural", aseguró ayer martes durante la presentación de la obra.

"Siempre me ha gustado trabajar mi propio concepto de queer", admitió la artista en una conversación con Miriam Alzuri, conservadora de Arte Moderno y Contemporáneo de la pinacoteca bilbaina, la cual describió: "En el vídeo propone que acompañemos a un transitar casi interminable de una serie de personas por una serie de escenarios, casi todos urbanos, en un viaje circular que tiende a hablar de la fluidez de género, puesto que está protagonizada por individuos que no corresponden a los estereotipos tradicionales de género". En su trabajo, que podrá verse hasta el próximo 5 de septiembre en la sala 32, Aláez analiza el concepto queer en los procesos artísticos para concluir que nunca existe una expresión plena al finalizar. "Todo eso te hace mantener un pulso de insatisfacción constante contigo misma y tu entorno. Eso forma parte de los procesos", aseveró la creadora, a la que nunca le han interesado las categorías.

Ana Laura Aláez, que actualmente protagoniza una exposición monográfica en Azkuna Zentroa, alude en su creación al no querer detenerse. "Hay veces en las que si te paras te vas a caer, es como tener delante de ti un espejo de incertidumbre y crisis constante", expuso antes de reconocer que contiene trazos de experiencias propias. "Si tuviera que resumirlo diría que va de caídas y de reconciliación conmigo misma, no excluyo nada, ni siquiera esas caídas", reveló la creadora del vídeo en el que se escucha el estribillo I can't get away from myself. "Tiene que ver con ser tú misma en todas esas caídas que tienes a lo largo de tu vida, las cuales socialmente están mal vistas pero forman parte de tu vida", apuntó sobre el proceso cíclico de caerse para levantarse. "Es una actitud de las personas que, de alguna manera, han sufrido en su propia carne una no aceptación", consideró sobre quienes se ponen a la defensiva después de que les hieran, como una reacción visceral. "Caminan con la seguridad de no saber quiénes somos", aseguró la artista quien afirmó que cada vez sabe "menos de nada".

- De enorme calidad.

En palabras de Alzuri, Portadoras queer: el doble y la repetición, "es un trabajo de una enorme calidad visual y sonora, una obra de madurez, en la que, sin embargo, aparecen muchos temas latentes en su trabajo casi desde el comienzo de su carrera". Producida a lo largo de 2019 y principios de 2020, la videocreación, llevada a cabo gracias a las Becas Multiverso a la Creación en Videoarte Fundación BBVA, podría responder a clasificaciones dispares como manifiesto, vídeo musical, performance, catálogo visual o trailer. "El primer vídeo que hice fue en 1999. Siempre que he abordado a este soporte ha sido como acercarme a algo que no conozco. Por eso siempre he necesitado utilizar diferentes disciplinas", expuso. De hecho, la irrupción de la pandemia cambió el guión original, obligando a Ana Laura Aláez a flexibilizar el proyecto y su desarrollo. Todo ello, la llevó a probar otras posibilidades que en la edición final convierten todos los capítulos en un contínuum visual de diferentes planos secuencia. Así, ha revisitado otros vídeos anteriores, como The darlings (1999) o Superficiality (2003).

En Portadoras queer: el doble y la repetición, una figura orgullosa de representar identidades de género no binarias, transita por diferentes localizaciones, mayoritariamente urbanas, que han sido importantes en la trayectoria de Ana Laura Aláez. En Tokio, Norihito Nishi, un artista fuera de lo convencional, desarrolla la danza butoh (suele versar sobre género y orientación sexual entre otros temas) con movimientos erráticos. En el Towada Art Center, al norte de Japón, la pieza Bridge of Light de Aláez, sirve de fondo para que Sayaka Mitome, contraponga la rigidez indumentaria de su kimono tradicional con la libertad de movimientos del resto de protagonistas. En el vídeo también aparece Bilbao, donde en una pequeña habitación Amparo Badiola realiza el ejercicio de caerse, o Nueva York, donde la skater Jessica Bailey transita en su patinete con determinación.

La artista convenció a varias de las personas que aparecen en el vídeo para que creyeran en su trabajo, participando en el mismo. Más fácil fue la colaboración del compositor alemán Daniel Holc, conocido como Ascii.Disko, una referencia en la música electrónica que es su actual pareja sentimental. "Música e imagen se han desarrollado en paralelo", indicó la creadora, quien admitió que ha elegido el vídeo como soporte porque le permite "experimentar, no cerrar, sino abrir", igual que la música. En ese sentido, admitió ser una privilegiada por poder conocer de cerca los procesos que siguen otros artistas, ver cómo trabajan. "La música está presente porque no es un añadido, tiene un rango de experimento", apuntó.

- Retomar relaciones.

En la parte final del vídeo, la artista Magdalena Planas pinta en Mallorca con aerosol sobre una planilla la figura invertida de un murciélago durmiendo y añade la frase Todos los conciertos, todas las noches, todo vacío, título de la exposición de la creadora bilbaina en Azkuna Zentroa. Y es que la obra que se proyecta en el Bellas Artes enlaza con la exposición monográfica de Ana Laura Aláez en dicho centro. Es ahí, precisamente, donde también se puede contemplar la obra escultórica Cabeza-Espiral-Agujero-Puño-Esperma-Nudo, adquirida en diciembre del año pasado por el Museo de Bellas Artes de Bilbao, según recordó ayer su director, Miguel Zugaza. "Paradójicamente fue producida para el MUSAC de León y hoy es una pieza capital en la trayectoria de Ana Laura", aseveró.

En palabras de Zugaza, el tiempo transcurrido –dilatado por el covid– desde que la exposición creada junto al Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles recalara en Azkuna Zentroa, "no solo ha servido para que termine de producir la pieza que hoy –por ayer– se estrena, sino también para retomar el contacto con ella desde el museo". De hecho, según rememoró, después de su intervención en 2001 en la exposición Gaur Hemen Orain en el Bellas Artes, no se dio continuidad a la relación con la artista, algo que ha podido subsanarse recientemente. Es más, Aláez ha donado un vídeo titulado Butterflies y fechado en 2004. "Es una de las grandes artistas contemporáneas", aseguró Zugaza, quien expuso que "ha desarrollado una amplísima trayectoria dentro y fuera de nuestro país".

Su última videocreación ha sido llevada a cabo gracias a las Becas Multiverso que, en palabras del responsable del Bellas Artes, son "una de las citas por derecho propio, más importantes de apoyo a la producción en el ámbito audiovisual español". Aunque el covid interrumpió la convocatoria de 2020, recordó que recientemente se presentó el trabajo de Josu Rekalde dedicado a Esther Ferrer. Según recordó Juan Pujol, adjunto al director y director de Comunicación Socioeconómica y Cultural de la Fundación BBVA, las Becas Multiverso "nacieron con la idea de cubrir todo el ciclo de la obra, desde su creación e ideación hasta el momento expositivo". Por ello, apuntó que el programa pretende dar una atención adecuada a la videocreación digital, "uno de los lenguajes más propios de nuestro tiempo". En ese sentido, confrontó "los lenguajes y técnicas innovadoras propias de la creación videoartística" con la obra de Ana Laura Aláez.

(Ane Araluzea, Deia, 23/06/21)

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